Estimado Mario Benedetti
Hace un año te fuiste, en un momento que no esperaba, cuando mi esperanza estaba a flor de piel. Fíjate que con tu poesía me tenías y tienes tranquilo, porque no hay mejores palabras de apoyo, de fuerza, de alegría, de esperanza, de sueños y de espera, que las que salían de tu mente, de tu corazón. Palabras sentidas que llegan al corazón a la mente, al pensamiento y al recuerdo que tus letras. No te había dicho nunca que tus poemas me mantuvieron en esa esperanza de sentirme junto a quien amo, de sentir que a mi lado estaba, que sentía su aliento. Con tus poemas sentí la fuerza de continuar en la lucha que las mas de las veces son llevadas de manera solitaria pero las mas de las veces militando en una ideología de izquierda. Te recuerdo en mis años preparatorianos, de mis desdenes y de mis falsos quereres.
Fueron tus poemas parte de mi vida, junto con el amor que conocí y tuve, estabas presente en la charla, en la discusión, en el enojo y en las alegrías tanto como en los momentos críticos que nos ocurrían.
Y sabes Mario, te extraño, porque extraño tus poemas vueltos y vueltos a repetir, a buscarlos en películas, en canciones y en todo aquéllo que decías, transformando la realidad en algo bello, sencillo, placentero y esperanzador.
Quisiera decirte tantas cosas Mario, pero por ahora tu recuerdo a un año que te me adelantaste, también me llena la tristeza y tu nunca fuiste triste porque lo demostraban tus poemas, tus letras y no quiero ponerme triste ni dejar de escribir poemas que aunque pobres tienen la intencionalidad del sentimiento.
No has muerto Mario, estás como los pájaros, los ángeles y las mariposas revoloteando junto con las rosas y ahí te veo y te siento, y sonrío y me alegras mis días solitarios. Te tengo presente porque presente nos tenías a quienes disfrutamos con mucho tus poemas, profundos y por eso llegando con certeza al corazón.
Espero mi querido Mario que estés donde estés sigas escribiendo para todo el mundo y en particular para aquellos que sabemos la fuerza de una palabra que nos llega hasta el alma porque sabemos que tu las sentiste.
Un abrazo y recuerda a los que te recordamos.
Sinceramente
Bono el lobo estepario
Están en algún sitio concertados, desconcertados sordos buscándose, buscándonos bloqueados por los signos y las dudas contemplando las verjas de las plazas los timbres de las puertas las viejas azoteas ordenando sus sueños, sus olvidos quizá convalecientes de su muerte privada Por detrás de mi voz escucha, escucha otra voz canta Viene de atrás, de lejos viene de sepultadas bocas y canta Dicen que no están muertos escúchales, escucha mientras se alza la voz que los recuerda y canta Escucha, escucha otra voz canta Nadie les ha explicado con certeza si ya se fueron o si no si son pancartas o temblores sobrevivientes o responsos Ven pasar árboles y pájaros e ignoran aquélla sombra pertenecen Dicen que ahora viven en tu mirada sosténlos con tus ojos con tus palabras sosténlos con tu vida que no se pierdan, que no se caigan Escucha, escucha otra voz canta Cuando empezaron a desaparecer hace tres, cinco, siete ceremonias a desaparecer como sin sangre como sin rostro y sin motivo vieron por la ventana de su ausencia lo que quedaba atrás: ese andamiaje de abrazos, cielo y humo No son solo memoria son vida abierta continua y ancha son camino que empieza Cantan conmigo conmigo cantan Dicen que no están muertos escúchalos, escucha mientras se alza la voz que los recuerda y canta Cantan conmigo conmigo cantan Cuando empezaron a desaparecer como el oasis en los espejismos a desaparecer sin últimas palabras tenían en sus manos los trocitos de cosas que querían Están en algún sitio nube o tumba están en algún sitio estoy seguro allá en el sur del alma es posible que hayan extraviado la brújula y hoy vaguen preguntando, preguntando donde carajo queda el buen amor porque vienen del odio Dicen que no están muertos escúchalos, escucha mientras se alza la voz que los recuerda y canta Cantan conmigo conmigo cantan No son solo memoria son vida abierta son camino que empieza y que nos llama Cantan conmigo conmigo cantan Como compaginar la aniquiladora idea de la muerte con este incontenible afán de vida Como acoplar el horror ante la nada que vendrá con la invasora alegría del amor provisional y verdadero Como desactivar la lápida con el sembradío la guadaña con el clavel ¿Será que el hombre es eso, esa batalla?
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